El tiempo de un museo es un atajo: 200 años de historia en 70
minutos.
Una historia rica de los cambios y de las evoluciones del Musée
du Louvre. Evolución en su concepción y en sus diferentes
misiones.
El tiempo de un museo, es una invitación al viaje en el tiempo de
los artistas y en el espacio de las obras. Pero es también una historia
viva, poblada de hombres y mujeres conocidos - Tardi es uno de ellos - o anónimos,
quienes evocan sus entusiasmos o sus penas.
El tiempo de un museo es, por último, una visita que se puede
revivir y gracias a la cual uno se puede enriquecer de impresiones colectivas y
personales.