Este filme nos invita a realizar un recorrido original: el del Louvre tal
como los artistas lo han practicado en los siglos XIX y XX. En efecto, el Louvre
ha sido siempre un lugar de inspiración, de aprendizaje, de referencia.
En él, Courbet hizo sus primeras armas; Degas, innumerables
copias; Cézanne vino aquí hasta el final de su vida. Más
cerca de nosotros, Picasso, copiando las Mujeres de Argel, se interroga:
"Me pregunto lo que Delacroix diría si viera estos cuadros. Yo le
diría: usted pensaba en Rubens y hacía Delacroix. Yo hago lo
mismo, pensando en usted, hago otra cosa".
Así, por sus
testimonios, sus escritos, sus carnets de esbozos y sus cuadros, estos artistas
hacen del Louvre un lugar privilegiado donde se forma y se alimenta la creación
desde hace dos siglos.